l rugido de un Ferrari Testarossa corta el aire cálido de Ocean Drive. James “Sonny” Crockett, con su traje Armani blanco y Ray-Ban de espejo, se desliza por las calles de South Beach, persiguiendo a un delincuente bajo el resplandor de los neones de los hoteles. Esta escena icónica de la serie Miami Vice definió durante años la imagen de Miami en el imaginario colectivo: una ciudad de fiestas interminables y un submundo criminal siempre al acecho.
Pero ese Miami de los 80 y 90 es hoy un recuerdo nostálgico que busca sustituir para demostrar que no es solo para visita, sino para residir con mucho lujo.
En el corazón del bullicioso Downtown de Miami, donde antes se alzaban edificios de poca altura, hoy se elevan rascacielos que parecen estar en una competencia de altura y con los diseños más innovadores del mundo, un panorama que se combina con grúas para la construcción que muestran que la ciudad aún está en busca de crecer y renovarse más.
Una de las propuestas que quiere tocar el cielo es JEM Residences, de Naftali Group, con 786 unidades de lujo que quieren dejar clara la transformación de Miami en las últimas décadas. Este desarrollo, ubicado en el emergente Downtown, ofrece una visión del futuro de la vida urbana que hubiera sido impensable en la época de Crockett, con un enfoque centrado en el lujo para demostrar que la ciudad también es ideal para vivir.
“Naftali dijo, ‘sabes qué, vamos a hacer algo emblemático: (...) una torre residencial. Vamos a ofrecer un lujo asequible, pero sin que las unidades sean más chicas, sino más grandes para que se pueda vivir de verdad, para disfrutarlas teniendo una categoría muy alta del diseño’”, cuenta Peggy Olin, CEO de OneWorld Group, empresa de corretaje inmobiliario en Florida. Esta tendencia parece contradecir al resto del mundo, donde se construye vivienda cada vez más pequeña para hacerla más capitalizable en rentas o turismo.
Pero Miami quiere dar un salto más y privilegiar la residencia permanente. Su transformación no se limita a proyectos como JEM. Es un fenómeno que abarca toda la ciudad en el esfuerzo de redefinir su identidad en el escenario global: de ser percibida como un simple destino de playa y fiesta, a un epicentro de lujo, cultura y negocios que rivaliza con las grandes metrópolis del mundo.
“Miami se ha convertido en una ciudad que refleja los valores que estamos tratando de establecer en todo el mundo. Es una ciudad muy abierta, recibimos a personas de todas partes, y es una ciudad que no juzga a la gente excepto basado en lo que están contribuyendo a la sociedad”, añade Olin.
EL AUGE
Según la Oficina de Investigación Económica y Demográfica de Florida, en Miami había 2.75 millones de habitantes en 2022, pero sus proyecciones indican que, para 2030, la población llegará a los 2.92 millones. Un informe del organismo detalla que esto se debe al arribo de personas de estados como Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania, Georgia y Texas.
La pandemia actuó como un acelerador en este proceso de transformación.
“Con la llegada del covid-19, en Miami se reunieron muchas condiciones que nos posicionó excepcionalmente bien. Entre ellas fue la dinámica de este virus, que no le iba bien en los ambientes abiertos y en Miami vivimos con la puerta abierta, mucho afuera, mucho jardín, no hay inviernos, no estamos encerrados”, dice Alicia Cervera, presidenta de Cervera Real Estate.
“El mercado explota, se vuelve loco, se desaparece todo el inventario; simple y llanamente, si tenías algo disponible, no duraba en el mercado más de un par de días, llegaba la gente con la chequera dispuesta a mudarse ya , porque si no otra persona lo tomaba”, agrega Matias Recchia, CEO de Keyway, empresa de inversiones inmobiliarias.
Con el crecimiento, también llegaron compañías con buenas posiciones y el talento para hacerlas funcionar, lo que impulsó una nueva cartera de precios en el sector inmobiliario. De acuerdo con el portal Miami Residence, el precio medio de venta para condominios en Miami ha experimentado un crecimiento del 8% en los últimos 12 meses, y un aumento de la oferta del 43%. El precio promedio para departamentos en Miami se sitúa actualmente en 1.73 millones de dólares, lo que refleja la creciente demanda de propiedades de alta gama en la ciudad.
Para David González, director de Desarrollo de GFO Investments, es crucial el papel que han jugado las autoridades locales en facilitar este cambio.
“La ciudad de Miami ha ayudado bastante, en los últimos años el alcalde ha ayudado y toda la gente ha colaborado bastante en el crecimiento de Miami y el de todas las áreas del desarrollo de los edificios nuevos”, asegura González.
Esta evolución no se ha limitado a la mera construcción de edificios de lujo. La ciudad también ha realizado inversiones en infraestructura y espacios públicos. “Está el Miami Central Station, y ahora te puedes conectar desde el aeropuerto, tomar el tren y llegar hasta aquí a Downtown”, abunda Olin. Matías Recchia añade que, si bien los precios han subido “dramáticamente”, se debe a que Miami era una ciudad que además estaba baja de precios comparada con otras grandes ciudades del mundo. “Aunque subieron los precios, el valor todavía está ahí y todavía tenemos mucho espacio para crecer”, dice.
EL DESAFÍO
El crecimiento y el cambio demográfico, según la Oficina de Investigación Económica y Demográfica de Florida, se detendrán algún día. Esto plantea algunos retos significativos para la planificación estatal en áreas como la salud, la infraestructura y los servicios públicos.
El tema de la sustentabilidad ambiental también surge como un desafío crucial para el futuro de Miami.
La ciudad, conocida por su vulnerabilidad ante el aumento del nivel del mar y los eventos climáticos extremos, deberá invertir significativamente en infraestructura resiliente y políticas de adaptación al cambio climático.
En materia inmobiliaria, rankings como el UBS Global Real Estate Bubble Index 2024 califican a la ciudad como la de mayor riesgo de estar en una burbuja inmobiliaria por el aumento de precios y la oferta de inmuebles.
No obstante, las inmobiliarias confían en que con la muestra de la renovación de infraestructura y servicios, así como el impulso de fenómenos como el Inter de Miami, con Messi, o la construcción del Signature Bridge de Miami, por 840 millones de dólares, seguirán dando empuje a la ciudad.
“Yo creo que Miami todavía tiene mucho por hacer, mucho por pesar. Toda la parte de cultura va a continuar desarrollándose. Yo no veo que Miami vaya a bajar”, enfatiza Peggy Olin.
El sector cultural, en particular, ha experimentado un renacimiento que complementa la oferta de lujo de la ciudad. Eventos como Art Basel Miami Beach han puesto a la ciudad en el mapa del arte contemporáneo, atrayendo a coleccionistas, galeristas y artistas de todo el mundo.
La ciudad que alguna vez fue conocida principalmente por sus playas y su vida nocturna ahora se prepara para competir en la liga de las grandes metrópolis globales, redefiniendo su identidad en el proceso.
En este contexto de constante evolución, surgen nuevos proyectos que buscan llevar aún más lejos la visión del Miami del futuro. Otro ejemplo de esto es Flow House Miami, una torre de 40 pisos con 496 unidades residenciales ubicada en el creciente Miami Worldcenter, un nuevo distrito que pretende concentrar las marcas más famosas del mundo con el concepto de barrio de 15 minutos, pero en un nivel de lujo.
Flow House, de Adam Newman, va en busca de un nivel de lujo más inclinado hacia el wellness, con residencias diseñadas con tecnología y materiales de origen ético, además de una amplia gama de amenidades que incluyen espacios de coworking, un gimnasio de primer nivel y áreas de relajación y meditación con el mismo objetivo: ofrecer un lugar no solo para visitar, sino para vivir.
Sin embargo, el éxito futuro de Miami dependerá, en gran medida, de su capacidad para abordar los desafíos que acompañan su rápido crecimiento.
La desigualdad económica, la gentrificación de barrios tradicionales, la presión sobre los recursos naturales y la necesidad de una infraestructura urbana más resiliente son solo algunos de los temas que requerirán soluciones innovadoras y colaborativas.
Por ahora, la inmobiliaria Mansiones Miami observa un mercado “saludable” para 2025 y en los próximos cinco años, gracias al crecimiento de la población y al desarrollo de más proyectos inmobiliarios en la ciudad.